La cita con Federico Cobo es en la Estación de Servicio Heras, donde se encuentran las oficinas del grupo empresarial del que es consejero delegado. Ubicada en la localidad cántabra del mismo nombre, se trata de la estación madre de una potente compañía en la que trabajan 75 personas y que, en breve, inaugurará en Unquera su quinta Estación de Servicio abanderada por AVIA en Cantabria.
Esta Estación de Servicio es completísima y está muy bien cuidada. ¿Cuándo la inauguraron?
La compra de esta estación, en julio de 1993, fue el inicio de nuestras actividades en este sector. Un año antes nos habíamos introducido en el mundo de la distribución de gasóleos con la creación de Propenor (Productos Petrolíferos del Norte). La estación de servicio, que era blanca y muy básica, hemos ido ampliándola con la construcción del edificio administrativo, la remodelación de la estación que tiene cafetería y tienda de conveniencia, el aparcamiento de 8.000 m2, el área de lavado y los talleres de asistencia en carretera. De cara al futuro, cuando la situación económica mejore, queremos construir un buen hotel de carretera.
Se nota que tienen una mentalidad muy emprendedora.
Nosotros venimos de otro sector de actividad –la fabricación de cisternas– que no tiene nada que ver con éste. Comenzamos en la distribución, que es un mundo muy complicado, por motivos estratégicos, porque queríamos conocer de primera mano cuáles eran las necesidades diarias de los distribuidores. Por eso, nuestra mentalidad no es la de una estación de servicio al uso. Nosotros venimos del mundo empresarial, como Esergui, cuyo gran acierto ha sido darle un enfoque empresarial a su negocio, fuera del monopolio.
¿Por eso eligieron abanderarse a AVIA?
Esergui nos ofrecía una visión del negocio que coincidía con la nuestra. Era un operador pequeño en aquellos momentos, de los más pequeños que existían en España. Esto ofrecía una ventaja importante, que sigue siendo una de sus características principales: poder hablar de tú a tú con quienes deciden, y esto con los operadores grandes es muy difícil.
Otro motivo fue que, entonces, AVIA tenía instalaciones en el puerto de Santander. En vez de ir a Bilbao, como ahora, disfrutábamos de la proximidad geográfica.
Además, Esergui tenía una mentalidad abierta y empresarial que nos permitía tener libertad de maniobra.
¿Qué beneficios les ha aportado estar con AVIA durante más de dos décadas?
Además de la independencia, cuando ha habido problemas en el sector, como puede ocurrir ahora con Repsol-YPF, AVIA siempre ha respondido: mejorar determinadas condiciones, ofrecer facilidades que con otros operadores hubiera sido imposible tenerlas,… Este trato estrecho, directo e íntimo es difícil tenerlo con otros operadores. Y esto es muy importante para nosotros. Así como la calidad del servicio, el Club AVIA, el efecto Red…
Después de tantos añosde abanderamiento, ¿cómo cree que ha sido la evolución de AVIA?
Hace 20 años, por ejemplo, no teníamos manual de estilo para los expendedores y ahora sabemos cómo tienen que ir vestidos, las tiendas eran entre ellas distintas y ahora responden a un manual de imagen, lo mismo que las áreas de lavado. Esergui incluso nos ofrece asesoramiento en temas de gestión interna… En definitiva, es un operador pequeño que ofrece las prestaciones, la calidad y el servicio de uno grande. Esto se ha notado, sobre todo, en los últimos años con la Tarjeta Club AVIA y el efecto red. Es un operador que está en crecimiento.
Heras, Valdecilla, Polientes, Fombellida y en breve Unquera. En total, cinco estaciones abanderadas por AVIA en Cantabria. Entendemos que nunca se han planteado cambiar el abanderamiento…
No. Estamos satisfechos con AVIA, porque nos atienden y nos sirven muy bien. Tenemos libertad para irnos, pero no tenemos ninguna necesidad. Nuestra filosofía como empresarios es ser independientes, nos gusta mandar en nuestra casa y esto es algo que AVIA nos ha permitido desde el principio.